Por Richard Farnell, Kelly McManus, Sean Imbs, William Branch, Erick Buckner e Isaac Taylor
Harvard Business School Publishing Corp para Avalian
¿Qué se necesitó para que un equipo diverso trabajara bien a lo largo de estos últimos dos años?
No hay duda: trabajar con un grupo diverso puede ser más desafiante que contribuir con uno más homogéneo. Hay más oportunidades para los malentendidos y los conflictos, especialmente en tiempos donde las tensiones personales, profesionales y sociales son elevadas. Sin embargo, como demuestra la experiencia, estos obstáculos se superan fácilmente con trabajo en equipo y un liderazgo intencionado. Aquí hay algunas lecciones que aprendimos:
— PREPARAR EL TERRENO ANTES DE LOS ACONTECIMIENTOS ESTRESANTES: cuando un nuevo miembro se une a nuestro equipo, aprende las reglas básicas. Nuestro objetivo común es trabajar juntos para encontrar soluciones a problemas complejos, por lo que se nos anima a todos a compartir nuestras opiniones, sin importar la formación, antigüedad, experiencia en la materia o inclinaciones políticas. La idea es crear una zona libre de juicios y psicológicamente segura, en la cual experimentar con ideas. El equipo se compromete a proteger la privacidad de cada integrante: Las opiniones compartidas no se difundirán fuera de nuestro círculo. Además, reconocemos explícitamente que podemos ofendernos unos a otros de vez en cuando, pero acordamos que vamos a lidiar con esas situaciones discutiendo rápidamente el asunto.
— ENCONTRAR CONEXIONES MÁS PROFUNDAS: durante varios años de trabajo conjunto, todos nos esforzamos por conocernos realmente. Estas conversaciones a veces están impulsadas por eventos de actualidad, pero también incluyen compartir experiencias de vida. También compartimos nuestras fuentes de información, dentro y fuera de la organización. Y hacemos preguntas para comprender mejor otras perspectivas más allá de las nuestras.
— HABLAR DE LOS DESAFÍOS: en la oficina, a veces encendemos las noticias de la televisión y en lugar de mirar y volver en silencio a nuestros cubículos, nos tomamos el tiempo para discutir lo que estaba sucediendo en el mundo. Nuestro líder a menudo nos pedía reunirnos con él en su oficina para que pudiera escuchar las disparidades y los desafíos que cada uno de nosotros experimentamos en nuestros diferentes grupos sociales.
— DIFUNDIR LA CULTURA: establecer estas condiciones tuvo un profundo impacto no sólo en nuestro equipo sino en toda la organización. Cuando revisamos políticas, escribimos discursos, planificamos reuniones o ejecutamos estrategias de redes sociales trabajamos para asegurarnos de que estamos difundiendo un mensaje inclusivo y apoyando a todas las personas, especialmente a aquellas que fueron marginadas inadvertidamente.
El valor no es sólo estar en un equipo diverso, sino de aprovechar esa diversidad. Cuando los colegas pueden dejar de lado sus diferencias y unirse de forma genuina para superar desafíos, dan el ejemplo para todos los demás.