Cómo salvarse de la sobrecarga de información

Por Lynne Cazaly

Harvard Business School Publishing Corp para Avalian

Cuando comenzás un nuevo trabajo, una gran parte de tu éxito depende de qué tan rápido seas capaz de digerir mucha información. Esto puede ser abrumador y hacer que tu nuevo puesto sea mucho menos disfrutable. Cuando nuestros cerebros están sobrecargados con datos, podemos tener dificultades para procesarlos y ello puede obstaculizar nuestra capacidad para tomar decisiones inteligentes y rendir al máximo. Para superar la sobrecarga de información, hay dos cosas que debés gestionar: a vos mismo y a tu cerebro.

GESTIONATE A VOS MISMO

Cuando notes la sobrecarga de información (dolor de cabeza, fatiga, frustración, cambio de humor), no la ignores ni te asustes. Decite a vos mismo: “Estoy en un nuevo trabajo y hay mucho que aprender. Está bien sentirse así”. Intentá practicar lo que los psicólogos llaman etiquetado emocional: nombre la emoción que estás experimentando, para ayudarte a detectarla en lugar de dejar que te afecte. Vos podrías, por ejemplo, darte cuenta de que estás enojado por el largo tiempo que le toma aprender a utilizar un nuevo sistema en el trabajo, y que tu enojo es el resultado de la impaciencia y la confusión.

A continuación, hacé una lluvia de ideas sobre posibles soluciones al problema que identificaste:

IMPACIENCIA: tomate un breve descanso, salí a dar un paseo y volvé a enfocarte cuando regreses. Recordá que toma tiempo aprender cualquier sistema y que estás haciendo precisamente eso: aprender.

CONFUSIÓN: Identificá las tres cosas que más te cuesta descifrar. Buscá el apoyo de tu jefe o un miembro del equipo, o buscá tutoriales en línea que te guíen.

GESTIONÁ TU CEREBRO

Evitá hacer cosas que hagan trabajar a tu cerebro más de lo necesario. Te contamos algunas formas de hacerlo:

ORDENÁ TU INFORMACIÓN: Si estás viendo una presentación y los datos presentados estarán disponibles para tu consulta posterior, no necesitás memorizarlos todos en el momento. En lugar de ello, prestá toda tu atención a la presentación. Trabajar para entender los puntos principales de una presentación es un buen uso de las funciones de resumen.

UTILIZÁ LA TECNOLOGÍA PARA ALMACENAR LO QUE NO NECESITES DE INMEDIATO: Creá un documento de Word o Google donde anotar la información que no necesitás memorizar. En un nuevo trabajo, esta es una forma inteligente de lidiar con la sobrecarga.

DALE SENTIDO A LAS COSAS CONFORME AVANZAN: Si sos de los que toman notas en las reuniones, no transcribas todo en tu computadora. Las notas escritas a mano ayudan a una mayor comprensión, retención y recuerdo.

REDUCÍ EL CAMBIO DE TAREAS: Hacer malabares o realizar varias tareas a la vez no es bueno, ni física ni mentalmente, y es peor para la productividad y cognición. En lugar de ello, enfocate en una tarea durante unos 25 minutos.

TOMATE MICRODESCANSOS: Las pausas cortas o las distracciones deliberadas durante el día vacían la carga de información que lleva en su memoria de corto plazo. Recordá comer y mantenerte hidratado: nuestro cerebro drena glucosa y necesita agua para funcionar.

Gestionar la información es una habilidad aprendida y supone una mezcla de las técnicas mencionadas anteriormente. Si afrontás su nuevo papel con una mentalidad de curiosidad y aprendizaje, se preparará para el éxito.