Si bien, el dengue, el zika y la fiebre chikungunya son enfermedades que pueden producirse durante todo el año, con la llegada del verano y las altas temperaturas, las probabilidades de contagio aumentan. Es por eso que te contamos de qué se trata la enfermedad y cómo prevenirla para cuidarte y cuidar a los tuyos.
¿Qué es el dengue?
El dengue es una enfermedad infecciosa causada por el virus del dengue y transmitida por las hembras del mosquito Aedes aegypti.
¿Cómo se transmite?
La forma de transmisión del dengue se da por medio de la picadura de un mosquito, que se haya alimentado con la sangre de una persona infectada y luego pica a otras. El virus se incuba en el mosquito por un período de tiempo que dura entre 4 y 10 días, luego éste puede transmitirlo durante toda la vida.
El mosquito Aedes aegypti se reproduce principalmente en recipientes artificiales y se alimenta durante el día. De este modo, es común que las picaduras aumenten en la mañana y el atardecer, cuando pica a más de una persona. Aunque esto no sucede con mucha frecuencia, las mujeres embarazadas también pueden transmitir el dengue a sus bebés durante el embarazo.
¿Cómo se detecta?
Una persona con dengue presenta fiebre elevada (40 °C), acompañado por dos de los siguientes síntomas: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y articulares, sangrado de nariz y encías, náuseas y vómitos, erupción en la piel o agrandamiento de ganglios linfáticos.
Es importante que no te automediques con aspirinas ni ibuprofeno y que mantengas el volumen de los líquidos corporales con una constante hidratación hasta no tener un diagnóstico o indicación médica.
¿Cómo se previene?
Te dejamos algunas acciones que podés realizar en tu hogar para prevenir la aparición y reproducción del mosquito:
- Limpiá y secá los recipientes que contengan agua estancada.
- Remové el agua de canaletas y renová el agua de floreros, peceras y bebederos de animales al menos cada tres días.
- Desechá objetos que estén al aire libre y en los que se pueda acumular agua de lluvia (latas, botellas, neumáticos, juguetes, etc.).
- Mantené boca abajo los recipientes que no estén en uso y que puedan estar expuestos a la caída de agua (baldes, frascos, tachos, cacharros y macetas, entre otros).
- Tapá los recipientes utilizados para almacenar agua (tanques, barriles o toneles).
- Evitá los pastizales altos.
- Destapá los desagües de lluvia de los techos.
- Colocá mosquiteros o telas metálicas en puertas y ventanas.
- Usá repelente en la piel expuesta.
- En lo posible, utilizá ropa, preferentemente de colores claros, que cubra al máximo el cuerpo.
Aún no existe un tratamiento específico para esta enfermedad. Por eso si se presentan síntomas compatibles, es importante que realices la consulta a tu médico o bien te acerques al centro de salud más cercano a tu domicilio.