El 10 de marzo se celebró en el mundo el Día Mundial del Riñón a través de una campaña de concientización global destinada a crear conciencia sobre la importancia de nuestros riñones.
En el mundo, 1 de cada 10 personas adultas tienen algún grado de enfermedad renal. Por eso conocer cuáles son los factores de riesgo y cómo prevenir dichas enfermedades permite la detección temprana y por lo tanto llevar una vida con cuidados para evitar la progresión de la enfermedad hasta tornarse irreversible.
La presión arterial alta (hipertensión) y la diabetes son las causas más comunes de enfermedad renal. Asimismo, al realizar algunos cambios en el estilo de vida y nuestra nutrición podemos prevenir y en los casos en que están diagnosticados, enlentecer el desarrollo de la enfermedad. Es por ello que la Sociedad Argentina de Nefrología resaltó las Reglas de Oro elaboradas para el cuidado de la salud renal, las cuales contemplan la realización de actividad física, el control del azúcar en sangre y de la presión arterial, el cuidado en la alimentación, la hidratación y el chequeo de sangre y orina. Estas reglas son también aplicables para las personas que tienen algún grado de enfermedad renal, con la salvedad que la cantidad de hidratación, la alimentación y los controles periódicos deben ser monitoreados, ajustados y controlados por sus médicos o médicas tratantes.
La prevención, detección y consulta médica temprana mejoran la salud renal.