Regresando a los fundamentos de la conexión humana

Por Edward S. Brodkin y Ashley A. Pallathra

Harvard Business School Publishing Corp para Avalian

Volver al trabajo de forma presencial puede ser un proceso difícil, que viene acompañado de una complicada mezcla de sentimientos. Ya sea que te encuentres emocionado o ansioso por volver a la oficina, estar de nuevo con otras personas requerirá mucha energía que probablemente no tuviste que gastar durante un tiempo.

Para reiniciar tus relaciones laborales (y quizás hacerlas aún mejores de lo que eran antes de la pandemia) es útil volver a los fundamentos de la conexión humana. Una de las habilidades sociales más fundamentales es la sintonía, la capacidad de ser consciente del propio estado mental y corporal mientras sintonizamos y conectamos con otra persona. Es la capacidad de estar “en sintonía” y “en sincronía” con tus sentimientos y los de los demás durante una interacción.

Estos pasos pueden fortalecer tu capacidad para mantenerte en sintonía con tus compañeros, especialmente durante conversaciones incómodas o difíciles.

TOMATE TIEMPO PARA PREPARAR TU SISTEMA NERVIOSO: justo antes de que empieces tu próxima reunión, hacé una pausa, incliná la barbilla hacia abajo y sentí como si tu cabeza estuviera suavemente suspendida desde arriba. Relajá tus hombros. Sentí cómo se expande tu vientre cuando inhalás y cómo se relaja al exhalar. Sintonizá con tu entorno. Hacer esto puede calmar tu sistema nervioso y hacerlo sentirse en el momento presente. Te ayudará a prestar toda tu atención a la otra persona y a ser capaz de involucrarte.

ESCUCHÁ A LA OTRA PERSONA Y A VOS MISMO: prestá atención a las señales de la otra persona. Durante al menos uno o dos minutos, intentá pensar que lo que esa persona dice y expresa es lo más importante para vos . Mientras escuchás, sé consciente de tus propios sentimientos. Si notás tensión en vos mismo, volvé al paso anterior: Dejá caer los hombros, relajate y respirá conscientemente. A continuación, volvé a prestar atención a la otra persona. Cuando practiques estos pasos con regularidad, vas a ser capaz de escuchar lo que realmente te están diciendo tu jefe o tus compañeros de trabajo, en lugar de malinterpretarlos debido a la ansiedad por lo que puedan decir o por el resultado de la conversación.

PRACTICÁ LA EMPATÍA: considerá cuál podría ser la experiencia de la otra persona. Aceptá la posibilidad de que tengan perspectivas diferentes. Considerá qué barreras podrías encontrar mientras intentás comprender a la otra persona, incluyendo las suposiciones que podrías estar haciendo, lo que necesitás o tu propia reactividad. Tus colegas están afrontando retos relacionados con la pandemia que son similares a tus propias luchas. Considerá esas explicaciones alternativas cuando tengas problemas para entender a alguien.

SEGUÍ EXPRESANDO INTERÉS: la comunicación suele ser más eficaz cuando empezamos por conocer en qué punto se encuentra la otra persona, mental y emocionalmente. Vos podrías dejar que la otra persona empiece con un resumen de los temas de la agenda o de lo que tiene en mente. Al hacerlo con franqueza e interés, es más probable que ellos también te escuchen.

Si todo esto te parece mucho para pedirte a vos mismo cuando vuelvas a ver a tus compañeros de trabajo en persona, comenzá practicando estos pasos cuando hables con tus familiares o amigos de confianza. Con la práctica diaria, se puede desarrollar una “memoria muscular” para estas habilidades, lo que hace mucho más probable que las implementes en el trabajo.